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A principios de noviembre de cada año, los frondosos bosques de coníferas y encinos de las montañas que separan los estados de México y Michoacán, son escenario de un fenómeno único en el reino animal: la llegada a su destino de millones de mariposas monarca, que recorren en la época invernal, desde Canadá, casi 5000 kilómetros, con el fin de conservar su especie. En su ruta poliniza vastas extensiones del subcontinente, generando un servicio ambiental de valor incalculable para los tres países de Norteamérica.

Los millones de mariposas monarcas llenan el cielo cuando toman el vuelo, y crean un sonido como la lluvia de luz con el batir de sus alas. Ser testigo de este fenómeno sin igual es una experiencia única. Es un verdadero regalo de la naturaleza que afortunadamente ¡sucede en nuestro país!

Las mariposas que viajan a México en el otoño, regresan a Estados Unidos y Canadá durante la primavera, su migración es de tal interés ecológico, científico y cultural, que los bosques que constituyen su destino han sido decretados áreas naturales protegidas.

Durante los últimos años, ha disminuido drástico el número de mariposas monarca que llegan a la Reserva de la Biosfera en México, además en el periodo de invierno 2013 – 2014 se ha registrado la menor superficie ocupada por las colonias monarca desde el año 1993. Científicos y expertos del todo el mundo lanzan una advertencia preocupante, el fenómeno migratorio de la mariposa monarca está en riesgo de desparecer.